jueves, 18 de diciembre de 2008





En una playa de algún lugar…



Haroldo viste de blanco, descalzo pisa la espuma del mar ruidoso. Habano en mano, ve a una figura acercarse, el viento le vuela los volados del vestido a lunares. Haroldo sonríe. Espera a la mujer que se acerca, (Suena claro de luna, tocada por Arthur Rubinstein). En el ambiente hay un hermoso perfume, no se distingue con claridad a que huele.

Haroldo
Hola Jane. (La mira aterciopelado, su baby face le descubre un parecido con James Bond).
Jane
Hola Haroldo. (Indudablemente ella tiene cuerpo de bailarina, sus pestañas esconden sus hermosos ojos lilas).
Haroldo
Te estaba esperando Jane, hace tiempo, en este mismo lugar. Ven, te quiero enseñar mi avión.
Jane
Eso no es posible. Olvida lo nuestro, hace tiempo esta enterrado.
Haroldo
Yo se que me amas Jane. (La toma por la cintura).
La música se eleva de repente, pero con violencia.
Jane
(Se resiste a medias) ¡Nunca te personaré canalla! (Llora y lo besa).

La pareja corre hacia el mini-avión que brilla a unos metros sobre la arena. Suben riendo a carcajadas y despegan en un halo mágico e inverosímil. Círculos de luz difusa en torno a los cuerpos luminosos.
El goteo de la canilla marca la temporalidad del reloj. La tormenta eléctrica se anuncia con espasmos en la noche. Despierta Lola y cierra la ventana. Se le han volado los papeles de su escritorio. Los acomoda con un inminente mal humor (le han interrumpido el sueño maravilloso). La han jodido. Debajo del desorden se descubre la película vieja "Jane y Haroldo". La mira con recelo, se la ha prestado su amigo Esteban, (no la ha visto aun). Maldito romanticismo caduco, vuelve a la cama.



Octubre del 85´, revista: Pelo.


Escribe
Andres
Calamaro.





El año uno





Mientras otras publicaciones malgastan papel, un importante descubrimiento tiene lugar aquí mismo y ahorita, pues. A propósito del tiempo, la historia y sus códigos hablamos hoy de lo que debería de ser una década. Generalmente se piensa que una década comprende los diez años que hay entre un cero y otro (por ejemplo la década del 30: entre 1930 hasta 1940); pero este servidor insiste en que sería más exacto y conveniente contar de cinco en cinco (y considerar la década del 30: entre 1935 y 1945). Podríamos decir, respetando esta nueva norma que este año recién empieza la gran década de los ochenta. Musicalmente hablando la teoría tiene una gran lógica. Que fácil resulta agrupar dentro de la nueva década del 60 a los grandes años del rockandroll, desde Elvis y Berry hasta Beatles y Stones (y Dylan, Holly, J Brown y diecisiete mil más).
Beatles y Stones también persisten durante la década siguiente, la era acuariana y la fresca (y/o no tan fresca) psicodelia de los sesenta (entre 66 y 75). Completa desde Floyd con Barret hasta Zeppelín, los muertos de Monterrey y la Yasgur’s farm (Woodstock). Hasta los setenta leídos así tienen más lógica, la decadencia completa entre Rotten y su anarchy y hasta el maquillaje de Andy Taylor y Liz Taylor. Completos el tecno, la new wave, el pop, etcétera. Y llegamos a hoy: EL AÑO UNO. Bienvenidos.
Y esta observación (es sólo otra manera de ver el tiempo) no es para nada exclusiva del tema musical: La propia historia Argentina tiene más sentido midiendo así. La década entre 1945 y 1955 es un ejemplo elocuente.
También lo es la década del 75 al 85.
Volviendo al rock, en Argentina perfectamente puede ser imaginado usando décadas-Calamaro (me tomé la libertad de bautizarlas con mi apellido). Dos puntos, entre 1965 y 1975 son los golden years, la aparición de los masters y también el genuino y mejor momento de varios. La psicodelia nacional ¿por qué no? Los setenta, entre el 75 y hoy son claramente visibles: los años difíciles (para ser roquero), la fusión latina y el jazz rock, la paranoia de no ser buen músico, la paranoia de no ser muy moderno, la paranoia de ligar un fuerte bastonazo en las costillas entrando al Luna Park, el metal, la new wave y finalmente el pop indiscriminante hasta la frialdad otra vez. Así hasta hoy.
Seguramente habrá desfazajes de algún tipo (no ves que el mundo gira al revés), pero no tanto.
Varias cosas tengo en mente para terminar, alguna vez termine diciendo: "participen de los movimientos populares", hoy en día les diría: "prendan el televisor y mírenlo fijo". (Dos maneras de ver el mundo). O si no esta frase (evocativa), simplemente "John Lennon, Bob Marley, Marvin Gaye" Tres que no conocieron esta nueva década.
Adeus irmaos adeus (Dorival Caymi).










1 comentario:

Fuera de foco dijo...

muy bueno, te felicito me alegra conocer gente como vos