lunes, 29 de septiembre de 2008

Recova de Once XIX Y el VENDEDOR AMBULANTE


Encontrar el objeto que olía a manzanas (profundas eran). Imaginarse a los pilones de papeles –me vuelven loca- porque no circulan, les cercenaron las cabezas a todos ellos. El camino era como cualquiera, excepto de la casa usurpada que gemía y con la ropa colgada en las afueras y la mampostería gritaba porque se venia abajo –anunciaba el estupor maldito-. Lentamente pasaba el aire, como en cámara lenta, y todos los gestos eran por igual lentos, amarrados de algo invisible que los contorsionaba como quería. Y la florería ¿no se echaban a perder esos claveles? Con el clima inestable este, y la humedad que todo lo pegotea y todo lo penetra. Mis pies caminan solos. Supongo que si.
Es que es el tic tac del reloj de la pared que informa una especie de secuencias que narra o que deja al descubierto. El ascensor mientras pasa por sobre nuestras cabezas con una luz o con varias puertas y dan ganas de meter los dedos y las manos en la aberturas, para cerciorarse de que los corte. Y ya la desesperación lo inunda todo, lo sabotea todo, lo saquea todo. Dan verdaderas ansias de tener un risco cerca y de ahí bambolearse con el viento hasta volar y caer, o caer y salir volando. Va bien, dice que asómenos bien. Solamente andate bien lejos, donde te vean los desconocidos que no me conocen. Y si te ven –vaya- voy a correr, para que no me atrapen, para que no me cuenten, ni me hablen.
Para saludar a la vecina con un cordial como le va, y observar como riega sus macetas –cada mañana solo letras y un ventanal con postigones de madera. Y si venís a molestarme –vaya- no te abriré la puerta y la música estará muy alta para ese entonces.

4 comentarios:

Prof.Luis Alfredo Villamizar López dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Flavia Garione dijo...

Comentario suprimido man.

SOY MENOR DE EDAD.

Jamaro dijo...

Y si soy las notas de la música que se cuelan por tus oídos? Y si mi lingüística no sabe nada, paradójicamente, de letras y sólo berrea acordes de séptima disminuidas? Y si, aún en una libertad enterrada y cercada, soy el gas invisible que bailotea entre tus cuartos? Y si las puertas abandonan toda alianza con los humanos y se largan a volar? Y si la vecina riega las macetas para que sus preocupaciones sean agua de riego, fertilizante cósmico-mágico de amarguras que nos taparán el sol? Disfrutás la iridiscencia de los filamentos prohibidos?

Prof.Luis Alfredo Villamizar López dijo...

lamento haberte tratado como una mujer de mi edad...+-39
es que en tu perfil no dices nada
sobre tu edad...seria bueno que hicieras esa observacion...
en tu perfil...
disculpas sinceras,ok